Vamos a darnos un capricho para el desayuno o la merienda. Mi hija pequeña es adicta al chocolate así que estas magdalenas las hice especialmente para ella, aunque el resto de la familia no le hacemos ascos...jeje.
Por si no lo sabéis, para que salgan con un buen copete tenemos que tener en cuenta varias cosillas. En primer lugar, que la masa de la magdalena esté bien fría antes de meterla en el horno. Que el horno tenga una temperatura elevada. Y por último, meter las capsulas de papel dentro de un molde rígido.
INGREDIENTES:
- 200 gr de harina
- 70 gr de cacao puro
- 10 gr de levadura en polvo
- 125 gr de azúcar
- 3 huevos
- 50 ml de leche
- 100 ml de aceite de oliva virgen extra
- Pepitas de chocolate para poner por encima
ELABORACIÓN:
Ponemos en un bol los huevos con el azúcar y con ayuda de unas varillas eléctricas (si no tenemos lo hacemos a mano) batimos hasta que queden muy espumosos.
A continuación, echamos la leche y el aceite y seguimos batiendo. Por último, agregamos la harina tamizada junto la levadura y el cacao. Batimos un poco más hasta que todo quede bien integrado.
Metemos el bol en el frigorífico al menos durante media hora.
Precalentamos el horno a 230º. Mientras se calienta distribuimos la masa en los moldes de las magdalenas llenándolos unas 3/4 partes. Luego ponemos por encima unas cuantas pepitas de chocolate.
Metemos las magdalenas en el horno, lo bajamos a 200º y las dejamos unos 15 minutos.
Sacamos y cuando se enfríen un poco las ponemos sobre una rejilla para que acaben de enfriar.
Con esta receta salen unas 14 magdalenas. Si no os las coméis pronto (cosa que dudo) podéis congelarlas, así siempre tendrás a mano para cuando el cuerpo te pida algo dulce. O simplemente guardarlas en una caja metálica para evitar que se endurezcan.
Tienen una pinta espectacular. Me llevo la receta ¡Besos mil!
ResponderEliminarSiiii, esán muy buenas.
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