Quien tiene niños o niñas que son delicados para comer estarán de acuerdo conmigo en el estado de máxima felicidad que una madre-cocinera alcanza cuando sus pupilas dicen: ¡¡Mami esto está riquísimo!!. Y tú, con una sonrisa de oreja a oreja, te anotas un tanto en la lista de "Recetas que nunca fallan".
Pues esto es lo que pasa cuando hago este solomillo y lo mejor de todo es que es supersencillo de hacer.
INGREDIENTES:
- Un solomillo de cerdo
- 1 cebolla pequeña
- 2 dientes de ajo
- Una manzana golden pequeña
- Un vasito de vino Pedro Ximénez
- Un vasito de vino fino Montilla-Moriles
- Sal
- Pimienta
- Una hoja de laurel
- Aceite de oliva
ELABORACIÓN:
Si el solomillo no está muy limpio quitamos el exceso de grasa que tenga y salpimentamos.
En una cacerola ponemos un chorrito de aceite y sellamos el solomillo. Sacamos y reservamos.
En ese aceite echamos la cebolla troceada y los ajos y sofreímos. La cebolla tendrá que adquirir un color dorado, así potenciará más su sabor. Después agregamos la manzana troceada y dejamos que se ablande un poco.
A continuación, volvemos a poner el solomillo en la cacerola y regamos con los vinos. Echamos un par de vasitos de agua y la hoja de laurel.
Dejamos cociendo a fuego medio unos 20 minutos.
Sacamos el solomillo de la salsa y dejamos enfriar para que nos cueste menos trabajo cortarlo en medallones.
Mientras tanto retiramos la hoja de laurel y batimos la salsa para que nos quede bien fina, volvemos a poner al fuego hasta que adquiera la consistencia que nos guste, más o menos espesa.
Metemos los medallones de solomillo y los calentamos con la salsa antes de servir.
Para acompañar podemos poner unas patatas fritas, al horno o arroz basmati.
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