Hoy toca una receta de dulces navideños, ¡que se note que la Navidad está cerca!.
Ya tenemos publicados los mantecados y alfajores y hoy os voy a deleitar con unos riquísimos roscos de vino. La receta es de mi amiga Ángeles que tiene una mano extraordinaria para los dulces (y lo salado también).
Este fin de semana hemos hecho en casa de mi madre estos roscos (y mantecados y alfajores también, ¡que no falten!). He de decir que hicimos la mitad de cantidad que Ángeles pone en su receta pero ya nos estamos arrepintiendo de no haber hecho el doble. Os digo esto para que os hagáis una idea de lo buenos que están y además es un dulce que dura unos cuantos meses sin problema ninguno.
¡Manos a la obra!
INGREDIENTES:
- 1375 gr de harina floja
- 125 gr de harina de fuerza
- 750 gr de manteca de cerdo
- 200 gr de almendras peladas
- 225 gr de azúcar glas + 1 kg para emborrizar
- 40 gr de ajonjolí o sésamo
- 4 clavos de especia (Ángeles le pone 2)
- 1 cucharadita de canela molida (Ángeles le pone media)
- 1/4 de vino dulce de Málaga (o cualquier otro que sea dulce)
ELABORACIÓN:
En una bandeja de horno ponemos las almendras, los clavos, y el ajonjolí y lo metemos en el horno a 200º, lo dejamos hasta que estén tostadas, unos 10 minutos aproximadamente.
Lo dejamos enfriar y trituramos con un robot de cocina.
Batimos un poco la manteca con la mano hasta que quede cremosa. Añadimos la manteca al triturado y también el azúcar y la canela.
Se mezclan y entonces echamos el vino y las harinas tamizadas. Mezclamos pero sin amasar en exceso, lo justo para que todo quede bien integrado.
Con la ayuda de un rodillo extendemos la masa entre dos papeles de hornear hasta que tenga un grosor de unos 6 ó 7 milímetros. Retiramos el papel de encima y vamos cortando los roscos con un cortador redondo o con un vaso de unos 6 centímetros más o menos. Con un cortador pequeño o con la boquilla de una manga pastelera hacemos el agujero central.
Colocamos sobre la bandeja de horno y horneamos a 180º con ventilador unos 10-12 minutos aproximadamente.
Dejamos enfriar antes de proceder a emborrizar con el azúcar glas pues se pueden romper.
Hacemos un primer emborrizado cuando estén casi fríos y cuando haya pasado un buen rato hacemos un segundo emborrizado.
¡Listos para comer! aunque mejor dejarlos reposar de un día para otro, cogen mejor los sabores.
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