La brótola es uno de mis pescados favoritos, siempre que voy al mercado voy buscando el puesto que tenga unos buenos ejemplares para llevarme uno a casa. Es un pescado más bien feucho y con unos ojos saltones, de ahí la expresión: "tenía los ojos como brótolas", pero estoy segura de que si lo probáis volveréis a repetir.
Esta receta es muy sencilla porque no quiero restarle sabor a la brótola, no es más que una versión simplificada de una salsa verde con la peculiaridad de poner guisantes a mogollón. La razón de hacerlo: es época de guisantes frescos y hay que aprovechar los productos de temporada. A mí me gustan tanto que más de uno cae mientras los desgrano, si los probáis veréis que sabor dulce más rico tienen.
Si queréis vestir este plato de lujo sólo tenéis que poner al final unas almejas y unas gambitas.
INGREDIENTES:
- 1/2 kilo de brótola hecha rodajas gruesas
- 1 cebolla
- 2 ajos
- 500 gr de guisantes frescos (al final se quedarán en 250 gr más o menos)
- Una cucharadita de harina
- Un vaso de vino blanco Montilla-Moriles
- Unos granos de pimienta
- Un poco de perejil
- Aceite de oliva
- Sal
ELABORACIÓN:
Ponemos un poco de aceite en la cacerola donde vayamos a hacer el pescado, cortamos la cebolla y el ajo y lo sofreímos (a mi me gusta poner un poco de sal para que sude la cebolla). Echamos los granos de pimienta y la cucharadita de harina, le damos unas vueltas para que se tueste un poco y agregamos el vaso de vino blanco. Dejamos reducir un poco y echamos los guisantes. Añadimos un poco de agua y dejamos cocer hasta que los guisantes estén tiernos.
A continuación, ponemos sobre los guisantes las rodajas de brótola, espolvoreamos con perejil y esperamos a que la brótola esté cocida, tened cuidado de no pasaros en la cocción para que no se quede muy reseca.
Si se queda un poco seca la salsa agregad un poco de agua o si tenéis fumet de pescado pues mucho mejor.
Listo, ¡así de fácil!. Que no se os olvide acompañar con un buen trozo de pan para mojar la salsita.
No he probado nunca la brótola pero tu receta tiene muy buena pinta así que me fijaré la próxima vez que vaya a la pescadería y la probaré.
ResponderEliminarBesos
Tengo entendido que tiene bastantes espinas,pero su carne es muy sabrosa, aquí en mi pueblo no suele haberla en el mercado ,pero la próxima vez que venga la preparare.Un besazo y saludos al Cautivo.
ResponderEliminarTiene una carne sabrosísima...a mi me gusta para el emblanco...pero tal y como lo has preparado, tiene que estar exquisito....
ResponderEliminarTe deseo un magnifico fin de Semana Santa.....
Mª Carmen pruébala, seguro que te gusta.
ResponderEliminarRosa, de espinas anda más o menos como la merluza. Si se la come mi marido sin rechistar es porque no tiene muchas...jeje. Es cierto que no siempre está en todos los mercados, es la suerte que tenemos los que vivimos en una ciudad costera.
Carmen Rosa, para el emblanco he dejado la cabeza pero es verdad que da un caldo muy rico. Feliz Semana Santa para tí también.
Creo que esta receta no la he probado yo, espero que me la hagas cuando vaya a Málaga a tu casita.Besitos
ResponderEliminarpol..no se si sabras que la brotola le gustaba mucho a la abuela. Siempre me decia que le comprara si habia. Lo prerferia frito pero tambien lo comia hervido con ajo y perejil.
ResponderEliminarbesitos
Pel, ahora que lo dices lo he recordado, pero estoy segura de que es por eso que me gusta a mí. De verla a ella comiéndola con tanta sustancia, sobre todo la cabeza...jejeje.
ResponderEliminarOli, acuerdate que nosotros la cocinabamos con unas patatas en gloria, el caldo sale blanquito y muy sabroso.Bueno, hay un pequeño defecto, que hay que tener mucho cuidado con las raspitas.
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