viernes, 20 de enero de 2017

SOPA DE MAIMONES DE MI MADRE


¡Pero que bien sienta una sopita bien caliente con estos fríos!. Ésta la hace mi madre con mucha frecuencia y a mí me encanta...es que soy una fan de las sopas.
El pan que ponemos en la sopa ha de ir frito pero, para aligerar en calorías, últimamente mi madre lo pone tostado en la tostadora o bien en el horno y el sabor, al fin y al cabo, no tiene mucho que envidiar al que va frito.
Si queréis hacerla más completa se puede escalfar un huevo o añadirle huevo cocido picadito.

INGREDIENTES:

- 1 cebolla hermosa
- 2 ó 3 dientes de ajo
- Unos 50 gr de jamón serrano
- 250 gr de almejas
- Un trozo de pan asentado, de unos 4 ó 5 dedos
- Aceite de oliva
- Sal
- Litro y medio de agua más o menos

ELABORACIÓN:

Lo primero que haremos será tostar el pan. Lo hacemos rebanadas y metemos al horno a 180º hasta que esté tostadito.
Mientras tanto abrimos las almejas poniéndolas en un cazo con un vaso de agua. Previamente las habremos tenido en agua con sal para que suelten la posible arena que pudieran tener. Una vez abiertas desechamos las conchas y reservamos las almejas junto con el caldo que previamente habremos colado.
En una olla ponemos un poco de aceite y freímos la cebolla cortada en juliana o en cuadritos, como más nos guste. A mí me gusta encontrarme los trozos en la sopa así que lo hago en juliana. Picamos los ajos y lo añadimos a la cebolla.
Cuando la cebolla vaya adquiriendo un poco de color agregamos el jamón cortado a taquitos y rehogamos.
Luego echamos el litro y medio de agua y el agua de la cocción de las almejas. Dejamos hervir unos 10 minutos.
A continuación, ponemos el pan tostado en la sopa y dejamos hervir como mínimo 20 minutos. Pasado este tiempo ya estará lista para servir, podemos removerla para que el pan quede en pequeños trozos. 
A mí me gusta servirla con unas gotas de limón.

miércoles, 18 de enero de 2017

QUICHE DE ESPINACAS


Hoy os propongo una quiche de espinacas, deliciosa para una cena o para cualquier ocasión. Además la vamos a hacer con masa de hojaldre de las que venden en los supermercados así que la cosa ya es coser y cantar. También la podemos hacer con masa quebrada hecha por nosotros y si estamos perezosos incluso con la comprada.
Otra cosa que me gusta mucho de esta quiche, al igual que el pastel de brócoli y salmón, es que en vez de nata está hecho con yogur, con lo que es un poco más saludable y tendremos menos cargo de conciencia cuando nos lo comamos 😉.

INGREDIENTES:

- Una lámina de hojaldre
- Un puerro
- 400 gr de espinacas congeladas
- 100 gr de jamón serrano
- Un puñadito de pasas
- Medio vasito de vino blanco
- 2 yogures naturales sin azúcar
- 3 huevos
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta y nuez moscada

ELABORACIÓN:

Cortamos en trocitos el puerro y el jamón. En una sartén con un poco de aceite rehogamos el puerro, cuando esté bien pochado añadimos el jamón. Removemos un poco y seguidamente le incorporamos el vino blanco.
Cuando el vino haya evaporado añadiremos las espinacas descongeladas y muy bien escurridas. Saltearemos un poco junto con el puerro y el jamón. Probamos de sal por si le hiciera falta una poca. Por último, fuera del fuego, le ponemos el puñado de pasas, removemos y reservamos.
Mientras se hace nuestro sofrito colocamos la lámina de hojaldre sobre el molde que vayamos a hacer la quiche. En mi caso la lámina de hojaldre era cuadrada y mi molde redondo pero le he ido recortando la parte sobrante y la he ido pegando a la parte que faltaba hojaldre.
Para luego desmoldarlo sin problemas es mejor poner un papel de hornear en el molde antes de colocar el hojaldre.
En el vaso de la batidora ponemos los huevos, los yogures, una pizca de pimienta negra y otro de nuez moscada, también un pellizquito de sal. Batimos para que quede todo bien mezclado.
Sobre el hojaldre distribuimos el sofrito de espinacas, luego le echamos el batido de yogur y huevos.
Metemos en el horno precalentado a 180º y lo tendremos unos 30 minutos o el tiempo necesario para que nuestra quiche quede cuajada por completo y el hojaldre adquiera un tono tostado.
Una vez hecho la dejamos enfriar antes de servir. La podemos comer fría o templada, como más nos guste.



martes, 10 de enero de 2017

JIBIA CON PATATAS Y GUISANTES


Vamos a empezar el año con un plato de la cocina tradicional malagueña, sencillo y rico. Para que el resultado sea excelente sólo tenemos que tener una buena materia prima y aquí en Málaga es muy fácil encontrar en las pescaderías jibias de muy buena calidad.
La jibia también es conocida como sepia o como chocos.

INGREDIENTES:

- Una jibia grande o dos medianas, hay que tener en cuenta que al cocinarlas se quedarán en la mitad.
- Una cebolla
- Dos dientes de ajo
- 100 gr de guisantes
- Un par de patatas hermosas
- Un vasito de vino blanco (Montilla-Moriles)
- Unas hebras de azafrán
- Aceite de oliva
- Sal

ELABORACIÓN:

Si en la pescadería no nos han troceado la jibia la trocearemos nosotros. 
Picamos la cebolla y el ajo. En una olla express ponemos un poco de aceite y sofreímos la cebolla y el ajo. Ponemos unas hebras de azafrán y damos unas vueltas para que con el calor suelten todo su sabor pero teniendo cuidado de que no se nos queme el azafrán.
A continuación, añadimos la jibia troceada, removemos un poco y echamos el vino, los guisantes, la patata troceada y la sal. También vamos a poner como medio vasito de agua. Si queremos añadimos un poco de colorante amarillo o un poco de cúrcuma para darle un tono amarillo al guiso.
Cerramos la olla express y lo dejamos unos 15 minutos desde que la válvula empiece a sonar, eso es lo que tarda mi olla pero dependiendo del tipo de olla que tengáis el tiempo será mayor o menor.
Abrimos la olla y rectificamos de sal si fuera necesario. Lo dejamos hervir a fuego medio-fuerte para que trabe un poco el caldo y para que evapore parte del caldo si fuese necesario.
Si nos gusta que la salsa quede espesita machacamos un trozo de patata, lo añadimos al guiso y dejamos hervir un poco hasta que quede a nuestro gusto.

domingo, 8 de enero de 2017

PAN DE CENTENO Y AVENA



Este pan es uno de mis favoritos para desayunar.
¡¡Animaos a hacer pan casero!!, es relativamente sencillo y no hay nada más satisfactorio que comer un pan hecho por tí mismo. Puedes ir probando distintas recetas hasta dar con tu favorita y seguro que por el camino que te habrás convertido en un auténtico panarra.
Si no tenemos harina de centeno y tenemos integral u otra cualquiera cambiadla, no os de miedo a probar con harinas y proporciones distintas de las mismas, así como añadir las semillas que más os gusten.

INGREDIENTES:

- 350 gr de harina de fuerza
- 200 gr de harina integral de centeno
- 100 gr de harina de avena (yo compro avena normal y la pulverizo en un robot de cocina)
- 20 gr de miel de caña o miel blanca
- 20 gr de aceite de oliva
- 1 sobre de levadura seca de panadería (5 gr)
- 10 gr de sal
- 250 gr de agua
- 150 gr de leche
- Opcional: un puñado de nuestras semillas favoritas, girasol, calabaza, chía, sésamo, lino,......

ELABORACIÓN:

Ponemos en el vaso de la amasadora todos los ingredientes y mezclamos a velocidad baja hasta que nos quede una masa homogénea. Le damos forma redondeada con las manos, tapamos con un paño o un papel film  y dejamos levar dentro del vaso hasta que doble su volumen.
Una vez doblado el volumen ponemos la masa sobre una superficie y la desgasificamos, es decir, la amasamos un poco (¡¡pero sólo un poco!!, no queremos amasarla de nuevo) y le damos la forma que queremos que tenga nuestro pan, redondo, alargado,...
A mí me gusta meterlo en un banetton pero si no tenéis le dais la forma que queráis y lo ponéis sobre la bandeja de hornear. Se tapa de nuevo y volvemos a esperar a que doble su volumen.
Con una cuchilla o con un cuchillo bien afilado lo greñamos, es decir, le hacemos unos cortes a nuestro gusto, alargados, haciendo cuadros, oblicuos,...
Metemos el pan en el horno precalentado a 230º, bajamos la temperatura a 210º y horneamos entre 35-40 minutos.
Sacar del horno y dejar enfriar en una rejilla.
Esperar a que se enfríe antes de cortar e hincarle el diente.