Esta sopa es una de las joyas de mi recetario, es de María (la de Fermín), madre de mi amiga Ana y una gran cocinera. Sus tortas de San Sebastián son gloria bendita.
Lo que decía, esta sopa es sencilla, sana, ligera, fácil de hacer y encima tiene múltiples posibilidades, lo mismo sirve para tomar algo caliente los días de diario o para formar parte de un menú festivo. Y encima está riquísima.
Se llaman del tomate majado porque antiguamente no había batidoras y se majaba el tomate junto al resto de los ingredientes en el mortero. En ese majado se echa un ajo crudo lo que le da un toque de sabor muy interesante.
Esta sopa admite casi cualquier pescado, merluza, rosada, rape, gambas, almejas, mejillones, calamares, incluso sardinillas. Ahora entenderéis por qué os digo que es una sopa muy versátil. Si le ponemos un pescado más humilde, pues tenemos sopa de diario. Pero si optamos por un pescado más "noble" nos sirve para un día de fiesta. Os cuento cómo la he hecho yo en esta ocasión.
Esta sopa admite casi cualquier pescado, merluza, rosada, rape, gambas, almejas, mejillones, calamares, incluso sardinillas. Ahora entenderéis por qué os digo que es una sopa muy versátil. Si le ponemos un pescado más humilde, pues tenemos sopa de diario. Pero si optamos por un pescado más "noble" nos sirve para un día de fiesta. Os cuento cómo la he hecho yo en esta ocasión.
INGREDIENTES:
- 1,5 litros de agua
- 300 gr de rosada
- 200 de gambas
- 150 de almejas
- 2 tomates de pera
- un trozo de puerro
- media cebolla
- 3 ajos
- un pimiento verde
- un cuarto de pimiento rojo
- un pimiento rojo asado (si un día no quieres entretenerte en asar un pimiento también queda muy bien sin él)
- aceite de oliva (unas tres cucharadas)
- sal
- trozos de pan frito para acompañar
ELABORACIÓN:
Si escogemos un pescado con espinas lo mejor es cocerlo primero. Una vez cocido lo sacamos y limpiamos de pieles y espinas, reservamos para añadirlo al final cuando la sopa ya esté hecha.
Si vamos a echar almejas y no queremos encontrarnos la concha también las abrimos en este momento reservando la carne de la almeja.
En ese caldo añadimos los tomates, el puerro, la cebolla, dos ajos, el pimiento verde y el trozo de pimiento rojo. Salamos y ponemos a hervir hasta que la verdura esté tierna. Retiramos la piel del tomate y ponemos todas las verduras en el vaso de la batidora junto con un ajo crudo y un chorrito de aceite. Batimos y lo añadimos al caldo, dejamos hervir unos minutos.
Si tenemos un pescado sin espinas este es el momento de agregar a la sopa. Como a mí me gusta encontrarme las conchas de las almejas también las he añadido ahora. Limpiamos el pimiento asado de pieles y semillas, lo hacemos tiras o cuadritos, como más nos guste, y lo añadimos a la sopa.
Dejamos hervir hasta que se haga el pescado. Cuando el pescado esté casi hecho echamos las gambas peladas.
A la hora de servir ponemos unos trozos de pan frito por encima.
Si queremos enriquecer aún más esta sopa podemos cuajar un huevo en el último momento antes de apartar. Lo sacamos y troceamos, repartimos en los platos a la hora de servir.