¿Hay algo más agradecido que un pescado o una carne cocinada en el horno? Lo metes, te desentiendes y en un rato tienes un plato exquisito. Eso sí, para que salgan ricos los productos deben ser de calidad y no pasarse en los tiempos de cocción para que no se resequen.
El otro día me encontré en el mercado estos fresquísimos pargos y el pescadero me dió la clave para hacer pescado en el horno, ya sea a la sal o con una cama de verduras o cómo quiera que se haga. El truco está en meterlo en el horno 20 minutos por kilo de pescado, así sale en su punto, superjugoso, aunque para mi gusto lo dejaría unos minutos más porque la espina sale rosadita y yo lo prefiero un pelín más hecho.
INGEDIENTES:
- 2 Pargos de un kilo cada uno
- Un tomate
- Una cebolla
- Un pimiento verde
- Dos dientes de ajo
- Un vaso de vino blanco
- Un buen chorreón de aceite de oliva
- Sal y pimienta
- Perejil picado para espolvorear por encima
ELABORACIÓN:
Pedimos al pescadero que le quite las vísceras al pescado y también las escamas (si fuera para hacerlo a la sal se las dejaríamos).
Picamos en juliana la cebolla y el pimiento. El tomate en rodajas y los ajos en láminas. Disponemos las verduras sobre una fuente de horno, le ponemos un poco de sal y un poco de aceite.
Colocamos encima el pescado salpimentado. Volvemos a echar un poco de aceite y regamos con el vino. Espolvoreamos con un poco de perejil.
Metemos en el horno precalentado a 180º unos 20 minutos.
Una vez hecho lo servimos con un poco de su jugo y las verduras nos servirán de acompañamiento.
Si nos ha quedado mucho caldo podemos ponerlo en una sartén y reducirlo.
¡Buen provecho!