¡Pero que ricos están estos bollitos!. A todo el que los prueba le transporta a los sabores de su infancia. Congelan la mar de bien así que siempre podéis tener un bocado tierno para merendar o para desayunar. Además están hechos con aceite de oliva lo cual es mucho más sano que cualquier bollería que compremos en el super.
Esta receta la he copieteado de mis amigas "Pipirrana", fue hacerlo una de ellas y enseguida surgió el "pipiantojo" (lo cual sucede bastante a menudo). Incluso Reme se ha atrevido a hacerlos con chocolate, ¡no os quiero ni contar como están!.
Por cierto, los ochíos son un dulce típico de Jaén, aunque también se llaman así unos bollitos con pimentón típicos de Úbeda y Baeza.
INGREDIENTES:
- 375 gr de agua templada
- 1 sobre de levadura seca de panadería (40 gr de levadura fresca)
- 125 gr de aceite de oliva virgen
- 125 gr de azúcar
- Un puñadito de matalahúva
- 1 huevo y una yema
- 1/2 cucharadita de sal
- 750 gr de harina
- Un huevo batido para pincelar los bollos
- Azúcar para espolvorear
ELABORACIÓN:
En primer lugar calentamos un poco el aceite y echamos la matalahúva dejándola infusionar hasta que el aceite se enfríe.
Si utilizamos levadura fresca la disolvemos en el agua templada, si utilizamos seca no es necesario, la añadiremos junto la harina.
Ponemos en un bol el agua con la levadura disuelta, el aceite con la matalahúva, el azúcar, el huevo y la yema, la sal, y la harina y amasamos todo hasta que quede una masa uniforme.
Tapamos y dejamos que doble su volumen.
Después cogeremos porciones de la masa de unos 45-50 gr y hacemos bolitas.
Las disponemos sobre una bandeja de horno, pintamos con huevo batido y espolvoreamos con azúcar.
Las metemos en el horno precalentado a 180º unos 20 minutos.
Sacamos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
¡Buen provecho!