Hoy os propongo una de las primeras recetas de pan que me cautivó, siempre lo hago en panificadora aunque hace poco también lo he hecho a mano y el resultado ha sido excelente, así que, si no tienes panificadora no tienes excusa para dejar de hacerlo.
Tiene un ligero toque dulce, es parecido a un brioche pero con sus tropezones de nueces y un poco de acidez que le aportan los arándanos.
Como más me gusta comerlo es ligeramente tostado untado con un poco de mantequilla salada, nadie se puede resistir a una segunda rebanada.
La receta la saqué del blog pepekitchen.
INGREDIENTES:
- 125 ml de leche entera
- Un yogurt natural sin azúcar
- 1 huevo
- 30 gr de mantequilla a temperatura ambiente
- 375 gr de harina de fuerza
- 1 cucharadita de sal fina
- 2 cucharadas de azúcar
- 1 cucharadita de levadura seca de panadero
- 1 sobre de azúcar avainillado
- Un puñadito de nueces
- Un puñadito de arándanos secos
ELABORACIÓN:
En la cubeta de la panificadora ponemos en primer lugar los ingredientes líquidos, es decir, la leche, el yogurt, el huevo y la mantequilla, después ponemos la harina, la sal, el azúcar, la levadura (procurando que no caiga junto a la sal), y el azúcar avainillado.
Colocamos la cubeta en la panificadora y ponemos un programa de "pan dulce", tamaño 750 gr y tostado medio. Cuando la panificadora pite echamos los arándanos y las nueces. Ya sólo queda esperar a que termine el programa, sacar nuestro pan y dejarlo enfriar sobre una rejilla.
Si no tenéis panificadora y lo vais a hacer a mano es muy sencillo, ponemos en un cuenco la harina, la sal, el azúcar y la levadura, hacemos un volcán en medio y echamos el resto de ingredientes excepto los arándanos y nueces. Removemos un poco todos los ingredientes y volcamos sobre una superficie de para poder amasar con más comodidad. Una vez amasado lo tapamos con un paño y dejamos reposar hasta que doble su volumen. Entonces lo desgasificamos y echamos sobre la masa los arándanos y las nueces, amasamos hasta que estén distribuidas por toda la masa. Ponemos un poco de aceite en el molde donde vayamos a hornear nuestro pan. Yo utilicé uno rectangular tipo plum cake.
De nuevo lo dejamos tapamos y reposar hasta que doble el volumen. Entonces lo metemos en el horno precalentado a 200º, lo dejaremos hasta que esté doradito, dependiendo del horno unos 30-40 minutos. Os aseguro que el olorcito que sale del horno es de lo más apetecible.